Depende del uso al que se destine. Un calentador eléctrico instantáneo calienta el agua en segundos e ilimitadamente, sin almacenarla ni precalentarla. En cambio, un termo calienta el agua mediante resistencia y la acumula en un depósito o calderín.
Los calentadores eléctricos instantáneos exigen alta potencia para instalarse, por lo que se indican para negocios, oficinas y fábricas. Los termos de pequeña capacidad se dirigen al ámbito doméstico. Son idóneos para generar agua caliente allí donde no llega la instalación central en una vivienda o donde hay un sanitario solo con agua fría (como un lavabo de un garaje o un trastero). Además, funcionan de forma autónoma o centralizada.
Fíjate también en el tamaño. Los calentadores eléctricos instantáneos son, por lo general, más pequeños que los termos de pequeña capacidad. De hecho, según el modelo de calentador, puede integrarse hasta debajo de un lavabo.