Llega el momento de tomarte unas vacaciones, pero ¿qué haces con tu equipo de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS)? ¿Es mejor apagar la caldera o dejarla encendida? Existen diversos factores que deben tenerse en cuenta y que compartimos contigo en esta entrada. ¡Quédate y descubre la respuesta!
Existen periodos en los que no estás en casa, bien porque te marchas de vacaciones, bien por cualquier otra razón. ¿La ausencia va a prolongarse durante un mes? Entonces, es tiempo suficiente como para plantearse si es mejor apagar la caldera o dejarla encendida.
En la decisión entran en juego aspectos tanto económicos como de seguridad. De ahí que merezca la pena dedicar atención a esta cuestión, pues influye en tu bienestar y en tu bolsillo. Si tú también tienes la duda de qué hacer con la caldera mientras faltes en tu vivienda, sigue leyendo.
El ahorro de la caldera
Evitar un derroche energético es un motivo frecuente por el que muchas personas prefieren apagar la caldera durante su ausencia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que una caldera, por lo general, no consume gas si no se utiliza.
Si se trata de una caldera de última generación, es muy probable que incorpore sistemas para optimizar el funcionamiento. Por ejemplo, hablamos de tecnología digital destinada a controlar la temperatura y el gasto.
Asimismo, la mayoría de equipos actuales distinguen entre el uso de ACS y de calefacción. Así, son capaces de cerrar el circuito de calefacción en estaciones cálidas, dejando activo el gas para el agua caliente.
Otra ventaja añadida consiste en la monitorización de la actividad y el consumo mediante una app en tu dispositivo móvil. Para ello es necesario instalar un cronotermostato wifi modulante ¡y ya podrás controlar la caldera estés donde estés a distancia!
Medidas de seguridad
Entre las razones comunes que dan quienes optan por apagar la caldera se encuentra también la seguridad. Es frecuente el temor a que, si se interrumpe el suministro de gas, se produzca alguna fuga cuando este vuelva.
Pero es necesario hacer hincapié en el avance que han experimentado las calderas. Hoy en día están equipadas con medidas de máxima seguridad que hacen innecesario desactivar por completo la instalación. No obstante, si te da más confianza, siempre puedes cerrar la llave de paso del gas cuando te marches una temporada.
¿Y qué hacer si tu vivienda está ubicada en un área muy fría? En ese caso es aconsejable no apagar la caldera si dispone de protección antiheladas. De esta manera se evitan daños causados por la posible congelación de las tuberías.
Recomendaciones para tu caldera
Si te preocupa la seguridad y la eficiencia de la instalación, existe una serie de medidas que deberías adoptar. De este modo, cuando tengas que ausentarte de tu hogar podrás hacerlo con más tranquilidad.
Lo primero es tener una caldera de tecnología punta, pues cuanto más innovadora sea, más ahorrativa y segura. Mantenerla limpia y asegurarse de que la presión oscila entre los 1,2 y 1,5 bar contribuye a su buen funcionamiento. ¡Y no olvides las inspecciones periódicas para verificar que no hay fugas y la combustión es correcta!
Si tu ausencia es en invierno, tampoco querrás encontrarte a tu vuelta una casa gélida. En este sentido, puede ser útil no cerrar la calefacción, sino mantenerla encendida a una temperatura baja y constante.
Siempre en función de cuánto tiempo vas a estar fuera, claro. Por ejemplo, si te marchas durante un tiempo largo, puedes dejar programada una temperatura de unos 10°C. Y para que la eficiencia de la instalación sea óptima, recuerda purgar los radiadores de forma anual.
Con estas medidas se busca ahorrar energía. ¿Qué ocurriría si la instalación de calefacción no funciona de forma adecuada o si te encuentras la casa muy fría cuando regreses? La caldera consumirá mucho y todos los componentes harán un sobreesfuerzo para llegar a la temperatura deseada.
Si sigues estos consejos, a la vuelta de tu viaje te encontrarás una casa lista para darte todo el confort.
